La prueba fácil de menos de un minuto que mide según la ciencia tu capacidad aeróbica pasados lo 50 (2024)

• Tres formas naturales de elevar rápidamente los niveles de testosterona para aumentar el tamaño de los músculos pasados los 40
• El ejercicio fácil de 10 minutos al día que llega al rescate de los más perezosos cuando la falta de tiempo es la excusa
• Soy nutricionista y esta es la mejor forma de tomar vitamina D para que la dosis sea más eficaz
  

No todo se refleja en una analítica de sangre. Puede que abandones la consulta de tu médico con una sonrisa de oreja a oreja si todos los valores están dentro de los intervalos considerados como normales pero, aunque conocer los niveles de colesterol, ácido úrico o azúcar es una información valiosa, es posible que no sea totalmente determinante.

De ahí que nunca esté de más que completemos esa información con datos que nos revelen también si nuestras capacidades y aptitudes físicas son las adecuadas. El fin último no es otro que conocer nuestro estado con el objetivo de prevenir el riesgo de sufrir diversos tipos de enfermedades e incluso de muerte en el futuro más o menos próximo.

En este sentido, hay varias pruebas que ofrecen una buena estimación. La velocidad al caminar, la capacidad para recorrer una distancia o de hacer flexiones, la fuerza de agarre, sentarse y levantarse del suelo sin ayuda o una prueba de equilibrio son algunos métodos que la ciencia ha incorporado como criterio de análisis en los últimos tiempos. Y a todos ellos podemos sumar la prueba de las escaleras.

Y es que un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología asocia el tiempo que se tarda en completar esa prueba con un mejor o peor estado de la salud cardiovascular. “La prueba de las escaleras es una forma sencilla de comprobar la salud del corazón”, explica el autor del estudio, el Dr. Jesús Peteiro, cardiólogo del Hospital Universitario de A Coruña (España). “Si tarda más de un minuto y medio en subir cuatro tramos de escaleras, su salud no es óptima y sería buena idea consultar a un médico”.

El estudio se diseñó con el objetivo de examinar de forma “sencilla y barata” la relación entre una actividad cotidiana -es decir, subir escaleras- y los resultados obtenidos en pruebas de ejercicio en laboratorio. "Esto puede ayudar a los médicos a seleccionar a los pacientes para exámenes más exhaustivos”, añade el Dr. Peteiro.

En el trabajo participaron 165 pacientes mayores de 50 años sintomáticos remitidos para someterse a pruebas de esfuerzo por enfermedad coronaria conocida o sospechada. Los síntomas incluían dolor torácico o dificultad para respirar durante el esfuerzo. Los participantes caminaron o corrieron en una cinta, aumentando gradualmente la intensidad y continuando hasta el agotamiento. La capacidad de ejercicio se midió en equivalentes metabólicos (MET).

Tras descansar entre 15 y 20 minutos, se pidió a los pacientes que subieran cuatro tramos de escaleras (60 peldaños) a un ritmo rápido sin parar, pero también sin correr, y se registró el tiempo. Los investigadores analizaron la relación entre los MET conseguidos durante la prueba de esfuerzo y el tiempo que se tardaba en subir cuatro tramos de escaleras.

Y quienes subieron las escaleras en menos de 40-45 segundos alcanzaron más de 9-10 MET, lo que está relacionado con una baja tasa de mortalidad (1% o menos al año, o 10% en 10 años). Por el contrario, los pacientes que tardaron 1,5 minutos o más en subir las escaleras alcanzaron menos de 8 MET, lo que se traduce en una tasa de mortalidad del 2-4% al año, o del 30% en 10 años.

De igual forma, durante la prueba adicional en cinta de correr, los investigadores también generaron imágenes del corazón para evaluar su funcionamiento durante el ejercicio: si el corazón funciona con normalidad durante el ejercicio, esto indica una baja probabilidad de enfermedad coronaria. A continuación, compararon estos resultados con los de la subida de escaleras.

Alrededor del 58% de los pacientes que completaron la subida de escaleras en más de 1,5 minutos presentaban una función cardíaca anormal durante el examen en la cinta rodante. En cambio, sólo el 32% de los que subieron las escaleras en menos de un minuto presentaban alteraciones de la función cardiaca durante la exploración en la cinta rodante.

El Dr. Peteiro señala que la correlación entre el tiempo de subida de escaleras y la capacidad de ejercicio (es decir, MET) sería similar en la población general. Pero las correspondientes tasas de mortalidad y función cardíaca por imagen serían más favorables que en los pacientes con síntomas y enfermedad coronaria presunta o confirmada.

Un método fundamental en el pasado

En cualquier caso, efectivamente se trata de un prueba sencilla que guarda ciertas similitudes con el denominado The Step Method incluido por Harvey B. Simon, profesor de la Universidad de Harvard, en su libro The No Sweat Exercise Plan: Lose Weight, Get Healthy, and Live Longer. En su caso habla de cinco tramos de escalera -o un sólo escalón o banco de 30 centímetros- y no usa un tiempo de referencia sino las pulsaciones por minuto al terminar.

Una prueba que, en la época previa a la generalización de las pruebas de esfuerzo sofisticadas, era utilizada por los cirujanos torácicos para comprobar si sus pacientes estaban en condiciones de someterse a operaciones de pulmón. Quienes demostraban tener unos valores máximos de captación de oxígeno por encima de un determinado nivel podían superar la cirugía sin problemas.

Así pues, subir escaleras es una buena forma de conocer nuestra aptitud cardiorrespiratoria y prever posibles contingencias. Y, más allá, es un ejercicio aeróbico altamente recomendable por los beneficios asociados relacionados con la mejora de la musculatura y la fuerza.